miércoles, 12 de octubre de 2011

Destrozos por intento de robo en el Jardín 962 de La Matera

Marcela Rodriguez, Directora y Marcela Suárez Delegada
Quilmeño | 15/10/2011 | EL 962 DE LA MATERA SUFRIO NUEVO INTENTO DE ASALTO

Piden obras para evitar más robos en un jardín.

El Jardín 962 de La Matera, en Quilmes, sufrió un nuevo intento de robo y, por este motivo, la comunidad educativa de la institución volvió a reclamar al Consejo Escolar la construcción de un cerco perimetral que permita evitar el ingreso de delincuentes por la parte lateral trasera del edificio, que ha sido considerada como “una zona completamente insegura”.


En la última oportunidad -la tercera en lo que va de 2011 y la séptima en tan sólo cuatro años- los delincuentes violentaron una puerta metálica con una tenaza de gran tamaño e ingresaron al interior del establecimiento luego de romper una ventana, pero la alarma comenzó a sonar y huyeron rápidamente sin que pudieran ser vistos por los vecinos, que rápidamente salieron a la vereda para ver que sucedía.
“Nos estábamos recuperando del último robo y ahora sucedió esto. Por suerte, sólo tuvimos que lamentar algunas roturas y no llegaron a robar nada”, contó Marcela Suárez, preceptora y delegada del Jardín 962.
En el robo anterior, los ladrones se llevaron un televisor, un reproductor de DVD, un equipo de audio, los reproductores de CD que había en cada aula, la heladera y hasta las ollas y las tazas de la cocina. Luego de ese gran saqueo, las autoridades educativas de Quilmes colocaron un sistema de alarma, pero desde el cuerpo docente aseguran que “no es suficiente”.

Zona peligrosa
La parte trasera del Jardín 962 de La Matera linda con un descampado que no tiene iluminación. Ese sitio, identificado como “uno de los más peligrosos del barrio”, fue el elegido por los delincuentes para cometer la totalidad de los asaltos a la institución, motivo por el que padres y docentes insisten con el reclamo para construir un cerco perimetral.
Al respecto de este déficit, la delegada Marcela Suárez describió: “El patio está resguardado sólo por un alambrado y no podemos utilizar la mayoría de juegos que tenemos porque sino se los roban. Es muy fácil el ingreso desde el exterior, por eso es que pedimos el cerco”, expresó.
“La parte delantera está vigilada por los vecinos, que llaman a la policía si ven a alguien merodeando. Pero la parte trasera es realmente peligrosa”, agregó la representante docente.
La construcción del muro perimetral que piden desde el Jardín ya fue licitada en tres oportunidades pero ninguna empresa quiso hacerse cargo de esa obra. “Logramos que se haga la licitación pero no hay empresas que quieran hacer el cerco, además de un aula que está programada en el mismo pliego”.

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