El Cuerpo de Delegados debe ser el corazón del sindicato en cada
distrito. Es el lugar donde se toman las decisiones representativas de
la voluntad de los compañeros en las escuelas, expresadas en sus
mandatos, para que se ejecuten en el distrito cuando atañen
problemáticas locales, o se debatan en las instancias provinciales cuando
involucran a toda la jurisdicción. Es
el lugar donde se forman sindical y políticamente los compañeros para
que, entre todos, podamos estar en forma permanente en cada lugar de
trabajo, para atender a las necesidades de los compañeros y defender
nuestras reivindicaciones y la lucha comprometida por el derecho social a la
Educación.
Nuestro compromiso es defender la instancia del Cuerpo
de Delegados y su autonomía de los patrones, de los gobiernos y de los
partidos políticos. Lamentablemente, hay sectores internos de nuestro
sindicato que no comparten esta concepción y no dudan en bastardear el
espacio intentando hacer primar sus intereses sectarios, aún a costa de la
participación del conjunto.
El Cuerpo de Delegados se respeta cuando se permite
expresar libremente la opinión de todos, sin pretender hegemonizar el
discurso, sin auyentar a los que piensan distinto. Se lo respeta cuando
prima la presencia de los compañeros más comprometidos con los pibes.
Esos a los que les duele faltar a la escuela, los que sacrifican tiempos
libres y luego de toda una jornada de trabajo, vienen al sindicato
porque saben que sólo la construcción colectiva obtiene logros
verdaderos. Los que luego socializan en sus escuelas la información y
las decisiones.
Del Maestro Isauro Arancibia, Dirigente de ATEP,
(Sindicato Docente de Tucumán) y fundador de CTERA aprendimos que "No
hay maestro cierto y auténtico que no esté comprometido con la lucha y
con la liberación de su pueblo”. Ese es nuestro modelo.
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